Villaverde: iglesia de Santa María



'Obsesión machadiana: se hace camino al andar. Así viajaban los caballeros andantes y los monjes giróvagos, depositarios -en los siglos mostrencos- del way of life de los druidas. Es la aventura por la aventura: una fabulosa concepción existencial que ya casi nadie alcanza a comprender'. (1)

Luis Díez Tejón, en su guía Prerrománico y románico asturiano (2), describía ésta curiosa iglesia de Villaverde, como otro templo rural en estado de abandono. Obviamente, en la actualidad, tal descripción queda por completo obsoleta, aunque bien es cierto que la restauración llevada a cabo entre el año 2008 -fecha de la publicación de la citada guía, en su tercera edición- y ese no lejano mes de abril de 2012 -fecha en la que, en honor a la verdad, me tropecé con ella de regreso de una excursión por Llanes y San Julián de Viñón- la restan buena parte de ese encanto, ciertamente romántico, con el que el tiempo dota de pátina a las piedras y de canas a los hombres, haciéndoles -dicen- más interesantes.
También conocida como de Santiago, se la localiza fácilmente asentada en un promontorio que se levanta al pie mismo de la carretera AS114, que comunica Cangas de Onís con Panes y con esa imponente cadena montañosa conocida como los Picos de Europa. Conviene tomar nota de esta carretera, pues en ella se localizan lugares interesantes, como Corao -pueblo donde fijó su residencia el enigmático Roberto Frassinelli, más conocido como el alemán de Corao y donde se asienta, así mismo, otro de los templos más emblemáticos de la zona, como es la iglesia de Santa Eulalia de Abamia, lugar donde la tradición afirma que fueron enterrados Don Pelayo y su esposa Gaudiosa-, o La Estrada, a cuyo pie de carretera, también, se encuentra una auténtica curiosidad, única superviviente de su especie en el Principado -si hemos de creer el cartel informativo que se localiza al lado-, como es el denominado Santuarín o Capilla de las Ánimas, receptora de varias tenebrosas y sobrenaturales leyendas, en las que interviene un fabuloso animal de la rica mitología céltico-astur, muy presente, todo sea dicho, en el románico de la zona: el temible Cuélebre. Incluso, apurando, puede que también encontremos interesante una subida al pequeño pueblito de Teleña, cuyo nombre recuerda al Teleno, el monte sagrado por excelencia de la vecina provincia de León donde, aparte de una pequeña y curiosa ermita rural y algún interesante escudo nobiliario -en el que, entre otros interesantes interesantes elementos, volvemos a encontrarnos la figura del caldero, que recuerda la tradición griálica celta, en la forma del famoso Caldero de Dagda, capaz de resucitar a los muertos-, obtendremos unas impresionantes panorámicas, no sólo del entorno, sino también de los mencionados Picos de Europa, receptores, no cabe duda, de numerosos e interesantes atractivos.
Catalogada por los expertos, entre los siglos XII y XIII, excavaciones arqueológicas realizadas en el año 2002, descubrieron que la iglesia se asienta sobre los cimientos de un antiguo templo romano. En realidad, este detalle no debía de sorprendernos en exceso -San Vicente de Serrapio, por ejemplo, se asienta, también, sobre lo que fue un antiguo templo dedicado a Júpiter- si tenemos en cuenta que en la región se registraron auténticos episodios épicos, en las denominadas guerras cántabras contra el invasor romano, cuyo desarrollo costó a éstos numerosas pérdidas humanas, tal y como demostraban las abundantes lápidas funerarias encontradas -sobre todo, en el cercano pueblo de Corao- de las que apenas queda rastro hoy en día.
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De planta rectangular y ábside cuadrado, la iglesia de Santa María de Villaverde, es también conocida, como aventuraba al principio, como de Santiago. Esto se debe, en parte, a que entre las pinturas -datadas en el siglo XVIII, sobre las que no cabría descartar, pues no sería el único caso (3), que se sobrepintaran sobre originales románicos o góticos- se observa, en el lado derecho del ábside, la figura de un caballero que se ha querido identificar con el Apóstol. También, por en efecto, existió, en tiempos, una capilla en el muro testero, bajo la advocación de Santiago Matamoros. De hecho, la fiesta más señalada es, precisamente, la que se celebra el 25 de julio, día del Apóstol Santiago.
Al lado contrario, las pinturas todavía muestran un Calvario, con figuras al pie de la cruz, que bien pudieran corresponder, siguiendo la tradición, con los personajes de la Virgen y San Juan Evangelista.
Dignos de mención, así mismo, resultan los capiteles absidiales, que muestran motivos animales y vegetales.

(1): Fernando Sánchez-Dragó: 'Gárgoris y Habidis: una historia mágica de España', Edición Círculo de Lectores, 1983, Tomo I, página 327.
(2) Luis Díez Tejón: 'Prerrománico y románico en Asturias', Ediciones Lancia, S.A., Tercera Edición, 2008, página 76.
(3) Un buen ejemplo, lo tenemos en las pinturas de San Vicente de Serrapio, en el concejo de Aller.


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