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Mostrando entradas de mayo 9, 2010

Luna: iglesia de Santiago

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S ituado a una distancia de 24 kilómetros de una ciudad de relativa importancia, como es Ejea de los Caballeros, y a 12 kilómetros escasos de la interesante población oscense de El Frago, la pequeña población de Luna guarda como un tesoro histórico, artístico y cultural legado por sus ancestros, dos interesantes templos románicos, no exentos de belleza e interés. Dichos templos, son la iglesia de San Gil, ubicada en las afueras del pueblo, y la iglesia de Santiago, cuya ubicación hay que situarla en el interior de su casco urbano, aunque relativamente cerca de la anterior. De hecho, si no fuera por un pequeño montículo y una curva en el camino, ambas iglesias se podrían ver perfectamente desde la una a la otra. P or otra parte, coincido con el pensamiento de Juan Pedro Morin Bentejac y Jaime Cobreros Aguirre, cuando afirman que el románico ha sido llamado con razón el estilo de la peregrinación tanto por su coincidencia con los momentos de alta espiritualidad como por el enorme porcent

Murillo de Gállego: Iglesia de San Salvador

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M urillo de Gállego, pueblecito zaragozano que, sin embargo, y dada su privilegiada situación junto a los Mallos, se encuadra dentro de la denominada Hoya de Huesca . Un pueblecito pinturesco, de casas que se apiñan sobre la ladera de un pronunciado montículo, en cuya cima, como un imponente e impasible halcón, una construcción impresionante que consigue, dado su espectacular tamaño y su volumen, que el pueblo parezca definitivamente pequeño: la iglesia de San Salvador. F iel a algunas otras construcciones de la zona, un simple vistazo resulta suficiente para discernir que en los patrones constructivos, los canteros medievales desarrollaron hábilmente la idea de las iglesias-fortalezas, característica de unos tiempos de dura, costosa reconquista. P eyorativamente hablando, y vista así, incluso en la distancia recuerda esa inexpugnable fortaleza de Aquila inmortalizada por el Séptimo Arte en películas como Lady Halcón , mezclando, la ya de por sí magia inherente al Medievo, con secreto